la Baguette del Viernes – Adicciones

Alejandro Cofré

Integrante grupo "El Abrazo"

Con mucha anticipación, ya había confirmado la invitación para el encuentro de “las baguettes” para compartir miradas, experiencias y reflexiones. Muy por encima vi que el tema iba a ser las adicciones, tema a que a mí no me llamaba mucho la atención, pero igual, voy abierto a sorprenderme en el compartir con un grupo de personas todas muy interesantes.

Así, llega el día viernes, y llegamos casi todos puntuales a las 13.30…. y comenzamos….

Para iniciar, comienza el tema con la definición de la RAE: Adicción: Dependencia del consumo de alguna sustancia o de la práctica de una actividad.

Y empezamos con los testimonios.

La que tuvo adicción al trabajo y el tiempo que no pudo dedicar a sus hijos, aunque hoy trabaja lo justo y disfruta su relación con sus hijos.

Al que le tocó acompañar a un familiar cercano, en su adicción al alcohol, que lo vio perder dinero, propiedades, y familia.

Y más relatos. Unos tras otros, fuimos compartiendo nuestras experiencias ligadas a las adiciones.

De tanto jugar en su tablet, absorta en la pantalla, se perdió de disfrutar de paisajes maravillosos en sus viajes de vacaciones.

La televisión siempre encendida, hasta que la dejó y ganó 6 horas más al día. “Hoy, nos cambiamos de casa hace algunas semanas y la televisión sigue embalada”, concluyó su relato.

La dedicación obsesiva a estar pendiente de los resultados de partidos de futbol, y otro a apostar mientras se mira un partido de futbol.

Horas dedicadas a las redes sociales, enterándose de actividades de conocidos ni tan cercanos, ¡qué me importa que alguien que apenas conozco se está comiendo un pan con huevo! Así que cerró su Facebook.

La preocupación permanente a los hijos que ya no son niños, pero siempre pendiente de qué hacen y donde están.

Y así fuimos compartiendo experiencias, de cómo perdemos un tiempo valioso que podríamos dedicar en mejor forma. Todas, adicciones que no nos dejan pensar por nosotros mismos.

Si. Cuantas cosas como estas nos pasan a todos….

Pero tratemos de concluir, ¿se puede salir de una adicción?

Claro que sí, aquí mismo han salido varias respuestas

  • Hacerse consciente, darse cuenta que tengo esta adicción, reconocerla.
  • Hacer “doble click”, entender la causa y no sólo atacar el efecto. En algunos casos, puede venir de un entorno familiar complicado, y cuando puede salir de allí, logra superar aquello.
  • Pedir ayuda. Cuando reconoce su adicción, puede pedir ayuda y recibirla, de la familia, del entorno cercano, y contar con profesionales especializados.
  • Reemplazar esa adicción por prácticas saludables, por ejemplo: con meditación, con escuchar el silencio.

 

Sobre darnos permiso para no hacer nada, alguien comparte el pensamiento de Byung-Chul Han, y su énfasis en la necesidad de detenernos y darnos tiempo para observar, mirar, meditar y disfrutar. En su libro en su libro Vida Contemplativa, indica que La capacidad de estar sin hacer nada se ha perdido por completo. Hoy, la existencia humana está completamente absorbida por la actividad y, por lo tanto, completamente explotada. En nuestro sistema meritocrático entendemos la inactividad como un déficit, pero, en realidad, la inactividad no es una negación, ni un rechazo, ni una mera ausencia de actividad: es una capacidad independiente, que amerita una nueva forma de vida, que incluya momentos contemplativos, con la que afrontar la crisis actual.

Otra persona complementa, sobre el mismo filósofo contemporáneo y su libro la Sociedad del Cansancio, que señala “en esta sociedad moderna, el hombre en búsqueda de su libertad, es devorado por su propio ego y condenado a la autoexplotación.

Terminamos invitándonos a contemplar los colores del atardecer.

Y más tarde, me sorprende un amigo que estuvo en el encuentro enviando una foto del atardecer del día, haciendo eco a la invitación de estar más presente.